Ad Astra… otra vez
Unionistas arranca la pretemporada 2025-2026 con el escepticismo instalado en su afición
Inicia la pretemporada 2025-2026 en Unionistas de Salamanca. Lo hace, como siempre, sin grandes titulares ni portadas en la prensa deportiva —tampoco en la local—. Hasta el momento, no ha habido fichajes de relumbrón que despierten la chispa de los más de 4.000 socios que, una vez más, han apostado por el fútbol popular. Una afición que, por lo general, convive con dudas y con ese pesimismo tan propio de esta ciudad, aunque nunca pierde la pasión. Comienzan los entrenamientos y, como cada verano, Unionistas volverá a intentarlo. A su manera, como Frank Sinatra. Con lo que hay, que diría Koeman. Con lo que somos, como repiten los más fervorosos.
🔥 Fichajes modestos, corazón encendido
Los fichajes, hasta la fecha, no suenan a Liga Hypermotion. Ni falta que hace. En esta categoría, los nombres no garantizan nada. Lo tenemos reciente: lo aprendimos la temporada pasada aunque a veces nos empeñemos en olvidarlo. Aquí importa la intensidad con la que se defiende el escudo, no el apellido. Si hay un perfil que el club debe evitar es ese jugador cuyo segundo nombre es Indolencia. Es comprensible cierta desilusión ante la ausencia de ese “algo” que despierte la esperanza. La afición de Unionistas vive al límite, sabe sufrir y no renuncia a exigir. Pero si algo nos diferencia, es esa capacidad de creer cuando todo parece perdido.
🧠 Oriol Riera y Antonio Paz: proyecto desde abajo
Al frente estará Oriol Riera. Exjugador profesional, formado en La Masía, debutante en el primer equipo del Barça el mismo día que Messi. Casi nada. Pero más allá del currículum, los goles o las camisetas que vistió, lo que debe hacernos confiar es su perfil: un buscavidas del fútbol. Uno de esos que se ha reinventado en campos que no salen en los telediarios ni en los highlights de la jornada. Riera es uno de los nuestros. Llega desde abajo, sin atajos. Como todo en este club. Y eso, aquí, vale más que cualquier palmarés.
Junto a él, como arquitecto del proyecto, Antonio Paz. Primer capitán de nuestra historia, hombre de la casa desde sus cimientos. Su nombramiento fue recibido por algunos como una señal de debilidad, como si el club se viniera abajo. Puede que su elección no abriese La Pizarra de Quintana, ni levantase a nadie de la butaca a aplaudir la elección, pero aporta algo mucho más valioso: pertenencia. Antonio sabe lo que significa esta camiseta, porque la defendió cuando moverse en el barro era más importante que la técnica. Ahora le toca construir. Y lo hará. Como ya lo hizo antes desde el terreno de juego.
🧱 Plantilla 2025: entre la continuidad y lo desconocido
El equipo lo conforman, por ahora, quienes no se han bajado del barco. Ramiro Mayor seguirá al mando de la zaga. De la Nava deberá afinar su violín. Álvaro Gómez tiene la misión de recuperar el nivel con el que se ganó a la grada en su primer año. Ellos deben tirar del carro y ejercer el liderazgo que la pasada temporada quedó en entredicho. A su lado, jugadores como Iván Moreno o Mikel Serrano deben dejar de insinuar y empezar a confirmar. Y entre todos ellos, las caras nuevas: Víctor Olmedo, Farru, Aleix Gorjón, Unai Merino, Jota López, Gabri Palmero. Pocos saben lo que pueden aportar. Quizá ni ellos mismos. Pero deben tener claro que aquí no se viene a pasear por el centro ni a tardear los jueves. Aquí se viene a resistir, y con suerte, a hacer historia.
🚀 El mejor fichaje: la fe de más 4.000 socios
Hay dudas? Claro que sí. ¿Certezas? Ninguna. Pero así empieza todo en Unionistas: desde la fe, desde abajo, desde el barro. Comienza una nueva temporada. Una nueva oportunidad para avanzar sin vender el alma ni hipotecar el futuro. Ad Astra per Aspera.
Muchas gracias por haber llegado hasta aquí.
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