🦑 Lunes de Calamares | Lo que gotea y las cosas que nos pasan
Unionistas cae en O Couto tras un partido de charcos, goles y aprendizajes de barro
Últimamente vivo como un árbitro de VAR mal pagado. Reviso más que decido. Todo empezó con la cisterna. El descargador está tan sensible que cualquier pestañeo hace que pierda agua. Así que, tras cada visita —mía, de Marta o de Jimena— ahí estoy yo, escrutando con ojo de forense, mirando la taza como si esperara una jugada polémica en el 97’. A veces hay fuga clara, a veces no se ve, a veces… depende del frame. Igual que en O Couto. Lo que tengo claro es que al árbitro del partido, Roberto Gonzalo, no le dejo revisar mi casa: me cobra la visita a precio de cerrajero y me hunde la factura del agua.
Agua… ese fue el protagonista del sábado. Aquello no parecía un campo de fútbol, sino la cuarta carrera de la Liga de Cross que se disputa Cabrerizos organizada por Atletas Veteranos Salamanca desde hace más de tres décadas. Un escenario para nostálgicos de las batallas antiguas: barro, charcos, ropa pesada y un olor a fútbol sin filtros que ya apenas se encuentra. En ese lodazal, lo extraño habría sido que el partido saliera normal y sin goles viendo la tendencia de los dos equipos en las últimas jornadas. Y no salió y siete goles en el electrónico.
En los primeros minutos a Unionistas le anularon un gol por mano de Aarón Piñán. En directo no lo vimos nadie; en una repetición sí; en otra, no. El árbitro eligió la que sí, porque la coherencia es un lujo que en esta categoría no se trabaja. Hoy, viendo otras imágenes, era que no. La alineación también tenía sorpresa: Mario Simón sacó a Luis Roldán y a Juanma Lendínez juntos. Ni Nostradamus lo veía venir y, de entrada, temimos que la apuesta acabase como Andy y Lucas. Y los dos cumplieron: un pase entre líneas por aquí, una asistencia por allá, menos conducción y más bisturí. Roldán y Juanma son esa pareja que no esperabas ver… pero cuando los ves juntos dices “Pues oye, estos encajan.”
Enfrente, reencuentro de los buenos. Dani Llácer, ex de aquí, se llevó la cara del partido. No porque su equipo generara peligro —apenas lo hizo—, sino porque entendió que esta categoría se decide a balón parado y con sudores fríos. Su plan fue sencillo: noquear la seguridad de Unionistas. Y lo consiguió. Jan Encuentra pasó una tarde de las que envejecen y le suman puntos de experiencia que le vendrán de lujo más adelante para su carrera a costa de restarlos a su equipo. Ourense lo buscó porque sabe que Piñán no da las coberturas de Álvaro Gómez. Y entre charco y charco, llegados los minutos decisivos, Encuentra acabó metiéndose en uno con un penalti y expulsión que, al instante, supo que pudo haberse evitado.
Retomando, el Ourense no creó peligro pero sí inseguridad. El reflejo de todo fue Unai Marino. Paró, sí. Estuvo bien, también. Pero cada vez que despejaba dejaba un gesto que decía: “Hoy no me está gustando nada de esto, chavales”. Y cuando tu portero huele peligro, casi siempre es que hay peligro. Y aun así… lo teníamos. En el 90’, un empate era casi una victoria; en el 100’, con el 2-3 un empate ya era perder poco; y al final, en ese tramo donde pasan cosas que no deberían pasar, nos quedamos con la cara del pringado de barra de bar: el que empieza echando la calderilla y acaba metiendo el jornal en la tragaperras, se levanta a pedir un anís y al volver ve cómo otro se lleva el bote en dos tiradas. A todos nos ha pasado, y a buen seguro nos pasará en los próximos días, alguna versión de eso: gastarte el sueldo en lotería, aguantar de pie dos horas para hacerte una foto con las luces de Navidad en el huerto de Calixto y Melibea, o ser el último en irte de la cena de empresa sin darte cuenta de que ninguno de tus compañeros quiere quedarse contigo a hablar de cosas importantes. Pues igualito fue el final de O Couto.
Pero mira: se aprende. Del barro y de las derrotas en el descuento. De ser el primo, de llegar tarde a todo, de no controlar el rebote. Yo seguiré revisando la cisterna de día y noche, que es mi particular tiempo añadido, mientras doy vueltas a este partido y a esta semana que empieza. Porque lo nuestro —lo de Unionistas— no es ganar siempre. Es mucho de aguantar el chaparrón, secarse con la bufanda y volver el próximo día al tajo con el mismo orgullo y moratones en las espinillas.
Muchas gracias por haber llegado hasta aquí. Si te ha gustado ayuda a que el mensaje llegue más lejos comenta, comparte, difunde. Todo suma.
Sigue todas las novedades sobre la temporada, fichajes y análisis de Unionistas y Primera RFEF en supervivienteblanquinegro.com.

Unionistas volvió a ser Unionistas
Unionistas venció 3–0 al Real Madrid Castilla en una noche de Copa con goles, bocatas y metamorfosis. Una crónica que mezcla apps borradas, motivación de barro y ternura doméstica en un nuevo Lunes de Calamares.

Cris Montes: del exilio en Chile al nuevo reto en el CD Tenerife
Tras seis meses en la Unión Española de Chile, Cris Montes firma por el CD Tenerife. Un repaso a su periplo por el fútbol internacional y su búsqueda de volver a sentirse importante, lejos de titulares y cerca del barro.

Lunes de calamares: Derecho a Ser Suplente
El caso de Hugo Parra, canterano de Unionistas, abre el debate sobre los derechos laborales en el fútbol modesto. Entre convocatorias, convenios y cambios de equipo, el mediocentro reclama lo que considera justo. Opinión con bisturí desde el Reina Sofía.
