Raúl Tavares el líder del Guadalajara salido del banquillo de Unionistas
Raúl Tavares se reencuentra con Unionistas, donde no encontró su sitio, pero que le empujó a renacer en Guadalajara.
El próximo duelo entre Deportivo Guadalajara y Unionistas de Salamanca trae consigo un aliciente especial: el reencuentro de Raúl Tavares con el que fue su equipo en la primera parte de la temporada 2024-2025.
El mediocentro llegó a Unionistas procedente del Rayo Majadahonda, donde había sido de los pocos que brillaron en un curso gris que terminó con descenso. En Salamanca aterrizó con la vitola de ser la “batuta” del equipo, pero nunca encontró el contexto adecuado para mostrar su fútbol. Sus apariciones, muchas veces desde el banquillo, no ayudaron a elevar el rendimiento colectivo; al contrario, coincidieron con derrotas dolorosas como las sufridas ante Sestao River, Ourense CF, Ponferradina o Amorebieta.
De titular, las cosas tampoco mejoraron. Con Dani Llácer acostumbrado a ubicarle como “6” y no tanto como “8”, su juego perdió continuidad. En partidos como el de la Cultural Leonesa, Tarazona o Real Unión, quedó marcado por planteamientos erráticos o decisiones puntuales, como aquella amarilla que le mandó al banquillo en el descanso. Mentalmente pesado, frustrado y sin protagonismo, entendió que lo mejor para ambas partes era separar caminos.
Y en invierno apareció el Deportivo Guadalajara. En el Pedro Escartín, a las órdenes de Pere Martí, todo cambió. Lo que en Salamanca eran errores se transformaron en aciertos, y lo que parecía un lastre se convirtió en un impulso. Tavares se hizo titular indiscutible, aportando equilibrio y jerarquía a un centro del campo del Depor que había perdido por lesión a Borja Díaz, certificando su ascenso con una racha de 28 jornadas invicto y tres jornadas de antelación.
Su renovación de este verano fue recibida como una victoria más por la afición alcarreña, respaldada como una operación marcada como preferente por el director deportivo Néstor Susaeta, que fue quien apostó por su fichaje. En Guadalajara ya tienen lema: “Lo dicen en los bares, el MVP es de Tavares”.
Con más de 150 partidos en Primera RFEF a sus espaldas (Racing de Ferrol, La Nucía, Betis Deportivo, Cornellà o Rayo Majadahonda), el centrocampista se ha consolidado como un valor seguro en la categoría.
Nuestro analista de referencia lo define como:
Un centrocampista completo, con mucho trabajo inteligente.
Superlativo en rendimiento, regular en todos los parámetros.
Capaz de llevar los tiempos y acelerar el juego cuando conviene.
Circulación con criterio: pase, posesión y pausa según la necesidad.
Fuerte en contactos y fiable en labores defensivas.
Presiona en el momento adecuado.
Rinde mejor en la franja de medio-centro derecha.
Se incorpora a segunda línea, recorriendo kilómetros sin descanso.
Tiende a ver tarjetas, con una media alta por partido.
Ya en el filial del Betis parecía un veterano.
En Majadahonda dejó huella: muchos lo catalogan como el más regular y mejor jugador del equipo.
De irrelevante a referente
El contraste no puede ser mayor: en Salamanca, un jugador sin brillo; en Guadalajara, un mediocentro que simboliza el resurgir de un club que hace pocos años estaba hundido en concursos e impagos y que hoy es referencia de gestión en el fútbol modesto español.
El destino, caprichoso, lo devuelve este fin de semana a enfrentarse a Unionistas. Un reencuentro cargado de emociones, con la certeza de que, esta vez, Raúl Tavares pisa el césped con galones de líder.
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